CORONAVIRUS: el impacto emocional
*POR LA LIC. CLAUDIA GUTIÉRREZ
Mucho se ha hablado sobre las consecuencias psicológicas del coronavirus y, en este sentido, también hay investigaciones que las enmarcan con datos. En Argentina, el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires viene monitoreando distintos aspectos emocionales de la pandemia desde sus comienzos.
En mayo, difundió una investigación hecha entre 742 pacientes que estuvieron infectados. El 24% reportó sintomatología ansiosa severa, el 56,74% presentó puntajes compatibles con un trastorno depresivo mayor y el 39,89% dijo haber cambiado su tendencia a pensar en la muerte y/o en el suicidio a partir de la pandemia. Por otra parte, el 64,4% mostró fallas cognitivas. El 32% dijo hacer tratamiento psicológico y el 67% de quienes no lo hacían consideró necesitarlo.
Los expertos de la UBA también consideran la necesidad de que el sistema de salud contemple este aspecto de la pandemia y recomiendan “realizar un especial seguimiento del estado psicológico de las personas que sufrieron Covid-19″.
Otro estudio, publicado al año del inicio de la pandemia, indagó en las emociones y percepciones de la población en general. La llamada curva de salud mental mostró un cambio de tendencia en cuanto a las emociones negativas respecto de la evaluación que se hizo a los seis meses de la pandemia, pero de todas maneras sigue mostrando valores altos en incertidumbre, preocupación, ansiedad, angustia y tristeza.
Qué se puede hacer
La Organización Mundial de la Salud dio recomendaciones para cuidar la salud mental durante la pandemia. Estos son algunos de esos consejos:
- Mantenerse informado con fuentes confiables.
- Seguir una rutina. Levantarse y acostarse todos los días a una hora similar.
- No descuidar la higiene personal.
- Tomar comidas saludables en horarios fijos y hacer ejercicio en forma habitual.
- Establecer horarios para trabajar y para descansar.
- Reservar tiempo para hacer cosas que se disfruten.
- Reducir la exposición a las noticias e intentar limitar la frecuencia con la que consumen noticias que causan preocupación o tensión. Informarse de las noticias a una hora determinada, una o dos veces al día de ser necesario.
Como lo indica la OMS, este conjunto de medidas ayudan a reducir los riesgos de contraer trastornos mentales, como así también, sistemas familiares deficientes, crisis de pareja, existenciales, laborales, en un contexto en el que es preciso conservar y no romper estructuras psicoemocionales.
*Psicóloga, Docente