QUÉ ES EL ESTRÉS LABORAL
Por Lic. Adriana Soler*
El estrés laboral es un fenómeno cada vez más frecuente en la sociedad actual y que afecta al bienestar físico y psicológico de los trabajadores. Tanto, que puede llegar a deteriorar el clima de una organización.
Ritmos de trabajo más exigentes, mayor esfuerzo mental en áreas que antes demandaban solo esfuerzo físico, e incluso las condiciones laborales pueden estar en la fuente del estrés laboral.
El estrés es la respuesta natural del ser humano ante una situación difícil o de peligro, la denominada reacción de lucha o huida.
Cuando nuestro cerebro detecta una amenaza, le indica al sistema nervioso simpático que libere adrenalina y cortisol al torrente sanguíneo.
El efecto que generan en nuestro cuerpo es que provocan que los músculos se tensen, el ritmo cardíaco y respiración se eleven y que te se genere un aporte extra de energía para poder reaccionar rápido y así poder lidiar con la situación.
Por eso, hay un tipo de estrés que resulta positivo, que tiene un efecto energizante, nos impulsa a ponernos en guardia y así hacer frente a las situaciones cotidianas.
En el polo opuesto, unos bajos niveles de estrés se relacionan con la falta de motivación y el conformismo.
Pero el problema viene cuando ese estado se convierte en permanente.
¿Cuál es la medida que marca ese umbral y cuáles son las razones del estrés laboral?
CAUSAS DEL ESTRÉS LABORAL
Las causas del estrés laboral son diferentes para cada individuo, pero algunas de ellas se dan en casi todos los casos, como:
- Condiciones laborales y carga de trabajo: jornadas de largas horas, pocos descansos o trabajos que sean muy exigentes a nivel mental o físico.
También las condiciones laborales pueden generar estrés laboral: el ritmo de producción, las condiciones físicas (ruidos, contaminación, espacio y ubicación del lugar de trabajo…). - Relacionadas con las funciones en el trabajo: tener que rendir a más de un responsable, no tener tareas o funciones bien definidas o una larga lista de funciones y tareas que desarrollar.
- Liderazgo y gerencia: sentir que la cabeza del negocio no ejerce liderazgo puede generar estrés al resto de miembros del equipo, a menudo por la falta de directrices clara, los errores que se pueden derivar de una mala gestión, etc.
- Malas condiciones para la conciliación: el trabajo es uno de los aspectos de nuestra vida, que debe conciliarse con las relaciones familiares y sociales. Cuando se rompe el equilibrio se pueden generar problemas de estrés laboral.
- Problemas con los miembros del equipo: tener una mala relación o problemas con los miembros del equipo es fuente de estrés.
- Incertidumbre y temor por el futuro: la preocupación por el futuro laboral y profesional puede hacer brotar situaciones de estrés.
SÍNTOMAS DEL ESTRÉS LABORAL
El estrés laboral altera la vida de la persona que lo padece, hasta el punto de afectar a su pensamiento y comportamiento.
Puede generar, además, problemas a nivel físico, cognitivo, fisiológico y emocional. Y, todo ello, obviamente, condiciona el estado de la propia persona y sus relaciones con otras personas.
Los síntomas que caracterizan la respuesta de estrés se dan a nivel físico, psicológico y conductual:
Síntomas físicos:
- Trastornos cardiovasculares: hipertensión, arritmia, etc.
- Trastornos respiratorios: hiperventilación (respiración rápida, acelerada y superficial que provoca sensación de mareo), respiración fatigada, etc.
- Trastornos inmunológicos: mayor número de resfriados, gripes y riesgo de desarrollar enfermedades.
- Trastornos gastrointestinales: náuseas, pesadez de estómago, estreñimiento, etc.
- Trastornos dermatológicos: aparición de acné, sarpullidos, herpes, etc.
- Trastornos musculares: tensión excesiva, temblores y contracturas, bruxismo, etc.
- Trastornos sexuales: disminución del apetito sexual, etc.
- Trastornos del sueño: insomnio, despertar precoz, problemas de conciliación del sueño, etc.
- Trastornos somáticos: dolor de cabeza y migrañas, dolor de espalda, dolor menstrual, dolor de cervicales y contracturas musculares, etc.
Síntomas psicológicos:
- Aumento del nerviosismo y la ansiedad.
- Irritabilidad e irascibilidad.
- Presencia de pensamientos negativos recurrentes (por ejemplo ”No seré capaz de hacerlo”) referentes a cómo se ve uno mismo y también los demás.
- Falta de motivación.
- Dificultades de concentración.
- Sentimiento de “indefensión aprendida”: sensación de que no se controla la realidad y no está en nuestras manos reaccionar frente a ello. Impotencia.
Síntomas conductuales:
- Mayor número de conductas impulsivas y temerarias: por ejemplo, el estudiante tan nervioso por aprobar un examen que no puede concentrarse y copia; o conducir el coche con exceso de velocidad para llegar antes al trabajo, lo que aumenta la posibilidad de accidentes.
- Escape de la situación estresante: por ejemplo, no ir al examen o no decirle a nuestro superior que no podemos realizar un trabajo determinado.
- Muestras sociales de hostilidad: enemistades, agresividad verbal, enfado. Por ejemplo, agresividad verbal contra el profesor que realiza la prueba o contra los otros conductores.
- Aumento del consumo de estimulantes o de sustancias tranquilizantes (café, tabaco, alcohol) para realizar el esfuerzo o para disminuir el ritmo.
- Aumento o disminución de ingesta de alimentos y alimentación poco equilibrada.
- Disminución del tiempo de ocio, vida social y vida íntima.
- Disminución del rendimiento en las tareas a realizar, por una falta de activación (sensación de agotamiento o falta de energía) o por un exceso de activación (estado nervioso).
*Psicóloga, Coach Ontológica